miércoles, 14 de septiembre de 2016

Tal vez debería empezar a ser demasiado

Un dia me preguntaron si alguna vez le quise.
Ese día me pregunté si alguna vez le quise.

Le quise.

Le quise por tanto que no sabría por dónde empezar.
Le quise porque fueron las risas más sinceras de toda mi vida.
Le quise porque en sus abrazos respiraba segura, tranquila.
Le quise porque qué dulce era despertar.
Le quise porque en él encontré una familia.

Quería saber si le quise, pero no le quise, le amé.
Amé ese “nosotros”
que dudo volver a encontrar.
Amé tener un amigo en el amor de mi vida.
Amé...Amé…
Lo amé todo.

Amaba ser un equipo,
amaba ser su alegría
y cómo me miraba…
Y tras él, no hubo nada,
solo tiempo.

De esta manera el tiempo pasó,
y la vida,
las personas,
las experiencias…
Sin embargo la vista atrás se hizo cada vez más frecuente,
y el tiempo comenzó a entremezclarse con los recuerdos
y los deseos.
Comenzó a pesar el presente
y el futuro...el futuro no tenía sentido así.

Le quise...

Quererle de esta manera tan dulce,
tan grande,
y de tan fuerte,
tan destructiva...
Jamás habría soñado soñar con amar así,
con doler así.

Este sin sentido,
esta ambigüedad de día a día.
Es vivir una vida que no es tu vida
y la vives por tapar,
olvidar,
enterrar
esa vida que es tu vida,
que quieres como tu vida,
pero que no te pertenece ya.

Esta sonrisa idiota,
absurda,
al pensarle, al recordarle.
Esta lágrima impertinente,
insistente,
al abrir el cajón de lo que pudo
y no será.

Este vértigo de saber que no volverás a sentirte así,
que nadie podrá llenarte así.

Y no pudo ser...
así que te fuiste,
así que se fue.

Luego, el tiempo pasa,
y te cuentan que ya no te quiere ver,
que hace su vida, igual que tú.

Y la única pregunta es
si la suya la sentirá tan vacía
como la sientes tú.
Si a pesar de los besos que le hayan podido robar,
las sonrisas que le hayan podido arrancar,
las caricias con las que haya podido despertar...
si a pesar de ella(s)
es en ti en quien piensa,
es contigo con quien sigue queriendo caminar.

Que nueva esta agonía,
esta rebeldía de corazón.
que no se conforma con algo bueno...
que quiere solo lo mejor.
Aunque muera de dolor.
Aun si yo no lo quiero...
Y así intento tornar el fuego en hielo
mientras lentamente, sin él, me congelo.

Quería saber si le quise….
creo que puedo jurar que aun hoy le quiero.

domingo, 22 de mayo de 2016

una historia, un nosotros, un cualquiera

He aqui el manual completo
de cómo romper un corazón repleto
de historias inacabadas, pendientes,
que aun esperan ilusionadas, pacientes.


...


Que de quererle se me agotó la fuerza,
que de su beso ya no soy presa,
que "adiós" con paso firme y consciente,
que ya no, que basta, que suficiente.

"Habla...habla y que no se note tu mentira,
demuéstrate que la tienes bien aprendida,
por dios, que no lo sepa, ¡que jamás se entere!,
y cuando lo hagas, olvida que tu corazón aún le quiere".

Ya lo sé... sé que duele.


...


¿Cómo se explica?¿cómo se entiende?
razona tú con él, porque a mi no me comprende.
Que dice que qué pasa con los besos que no se dan,
que qué pienso hacer con los"te quiero" que no se dirán.
Me busca, me pide, nos queremos...
y si he de ser sincera, yo también le echo de menos.

¿Y si...?. Sólo una noche, lo prometemos.


...



Amor consentido, sin sentido y a su suerte,
que si he de morirme, abrazo la muerte
con gusto, si en su regazo
me da el tan temido abrazo.
Que descienda, sin control, mi cordura
que ¡bendita esta locura!,
y si en mi encierro me ata su lazo,
señor juez, ¡golpee usted sin miedo ese mazo!.
Que no digo yo que no sea un castigo
esta amarga y dulce tortura,
mas sufriré con gusto aun si 100 años dura,
pues donde él vaya, yo le sigo.


...


A veces, sólo a veces, no basta con amar,
a veces, sólo a veces, es necesario avanzar,
y esperaré mientras me queden fuerzas tu regreso,
pero no debe ser hoy...por más que anhele ese beso.
Me queda la tranquilidad de haberlo intentado,
y jamás lamentaré todo lo luchado,
pero ya no hay lágrimas, no hay dolor,
no albergo dudas, ya no...

Vida mía, te deseo lo mejor.







jueves, 7 de abril de 2016

soñando, soñando, soñó

Entre besos y caricias aquella noche se quisieron como se amaban... y, como debió haber sido antes, la última la hicieron suya, olvidando el "ayer" y el "mañana".
Se miraron sin parar, sin cansarse... pero lo que él no sabía era que ella memorizaba cada milímetro de su cara, de su cuerpo, cada gesto imperceptible, involuntario... todo... y, aún queriendo, jamás podría olvidarse.
Se abrazaron como si fueran a fundirse, con la esperanza de que aquello fuera posible. Pero lo que él no sabía era que ella no sólo lo abrazaba a él, abrazaba cada momento a su lado, cada recuerdo al que pudo acceder... por si fuera esa la última vez.
Así pasaron las horas, y con ellas, las palabras, los miedos, las promesas mudas... llegó la calma. Pero lo que él no sabía era que detrás de su sonrisa, a ella se le desgarraba el alma; que detrás de su seguridad, detrás de todo ese discurso que tan bien aprendido se tenía, allí estaba, la verdadera ella; perdida, sola y aterrada de pensar en perderle, de pensar en que sus ojos miraran a otra, que su corazón cambiara de rumbo, y latiera aún más fuerte.
Finalmente llegó la mañana y, con ella, la despedida. Robaron todos los besos que les fue posible, se dijeron "adiós" y se marchó. Pero lo que él no sabía era que, al cerrar la puerta, ella lloró... lloró el "hasta luego" más desesperado que jamás sus ojos habían visto.
Y la vida pasó... y lo que él no sabe es que, al final de cada día... "buenas noches, te necesito".

lunes, 14 de marzo de 2016

Adiós

Lo peor del "adiós" es lo que le sigue, es todo lo que significa. Es el punto final de una etapa, a veces de un sueño. Lo peor del "adiós" es el miedo a lo que implica. 
Lo peor del "adiós" es lo definitivo... es ver todo lo que hay atrás, quererlo y aun así dejarlo ir.
Lo peor es la posibilidad de que el "adiós" lo sea de verdad, que no sea el "hasta luego" al que te agarras aun sin quererlo. Y es aún peor si el "adiós" va cargado de amor...cuando no es deseado. Sólo el "adiós" impuesto duele más. 
Lo peor del "adiós" es la pérdida propia, puesto que no solo te despides de lo ajeno, sino también de una parte de ti...pues esa siempre se va a quedar junto a él. 
Lo peor del "adiós" es lo real, lo inmediato... ese vértigo... 
Lo peor del "adiós" es el desgarro, es la falta de aire, es la confusión, es la nostalgia, son los planes rotos, es la ilusión vacía... Lo peor del "adiós" es él mismo. 
"Adiós"... de entre todas las palabras, sin duda la más dolorosa, aunque también de las más necesarias.
Lo peor del "adiós" es decirlo y no sentirlo en absoluto... Adiós

miércoles, 10 de febrero de 2016

Preguntas si aún te quiero... SI AÚN TE QUIERO... Lo que tiene que oir una... 
Te quise el primer día. Te quise incluso antes. 
Te quise la primera noche, la primera duda. Te quise 47 veces antes de quererte por primer beso. Te quise cien besos más después, tan solo aquella noche... y tan solo era la primera noche que te quería de forma oficial. Después de esa vinieron cientos de noches más...
Te quise cada mirada, porque todas brillaban si yo estaba cerca. 
Te quise cada abrazo en la calle, en la cocina, en el portal, en la playa, en la ducha, al despertar, antes de dormir, en el sofá... todos y cada uno.
Te quise cada "te quiero", tuyo y mío. Todos todos todos todos y cada uno de todos todos todos ellos.
Te quise cada beso... cada beso... lento, tierno, robado, furtivo, pequeño, dulce, amargo, desganado, rendido, alegre, excitado... todos enamorados de ti hasta la médula. 
Te quise cada mal sueño despertado por ti entre susurros y palabras de aliento. 
Te quise cada risa. Y mira que, tratándose de nosotros, eso es decir mucho y muchas veces. 
Te quise cada baile cocinando.
Te quise cada caricia...
Te quise cada sonrisa regalada por esa boca que tan locas me vuelve las ideas. 
Te quise todas y cada una de nuestras horas y horas de "nosotros". Te quise cada noche a las 5 de la mañana hablado de cualquier tontería en la cama. Te quise cada mañana remolona pensando cómo hacer que la comida llegara hasta allí solita. Te quise cada confesión acabada en apoyo, fuerza y tanto amor. Te quise en familia, a solas, de fiesta, jugando, soñando, tomando el sol, nadando, limpiando... ¿¡qué más da!?" Y de eso son testigos Granada, Córdoba, Mallorca, las estrellas, la luna y el sol!! Si es que hasta cuando te odié, te quise. ¿Cómo no iba a quererte con esa cara...? con esa picardía con la que vienes y dices "anda tonta..".¡Con ese tú!
Y ahora... ¿qué?. Pues lo mismo... exactamente lo mismo, solo que desde lejos y en silencio. Pero por supuesto que te quiero. 




miércoles, 27 de enero de 2016

Siempre ajena al mundo lo observaba desde fuera, pensando si algún día acariciaría esa risa que tanto ansiaba. Ella, abrazada a esos libros cuyas historias solo ocurren entre páginas y pensamientos. Ella, soñadora compulsiva.  A ella allí perdida en medio del bullicio la invitaste a robarte la mirada, y sin más ahí estaba...ella. Ella que, aunque tal vez nunca supieran sus ojos del color de tu sonrisa, con más prisa que paso prometió no acariciar jamás otro abrazo, de no ser el tuyo. Promesa, a su pesar, vacía, pues sus besos no le pertenecían. No obstante, desde aquel momento ella sí era tuya...
Y si te pide que le arranques la cordura y la empujes al vacío, ¿lo harás?. Si es que "no" entonces aléjate ya de sus anhelos y devuélvele su paz. Pero si es que sí... si lo haces, hazlo con uno de esos que no se piden. Si vas a reducir todo a cenizas, para renacer en ti, haz que suene, que arda hasta el último rincón. Sé implacable, ve directo al corazón. Y no dudes... por favor no dudes...que ella te espera.

lunes, 11 de enero de 2016

No ha de saber que en la distancia, desde allá donde nadie llega, donde nadie entra, donde nadie hiere... desde allá donde le admiro, yo le quiero en silencio. No ha de saber jamás esto que hierve en los rincones, esto que un día estuvo helado y ahora quema. Que no sepa,¡por favor que no lo sepa!que de buscarle, encontrarle, y huir... ya me he perdido. ¡Y no tiene sentido! Pero aqui sigo.
Que no sepa que es mentira, que todo es un engaño. ¡Pero claro que le extraño! ¿cómo no hacerlo?, tendría usted que verlo... de proponérselo, se haría con cualquiera,¡ y no podría evitarlo!. Que no lo averigüe nunca, aunque yo sí sé que sus ojos me miran, al menos de vez en cuando.